“Tu vida es perfecta, ¿Qué más puedes pedir?” eso me decían varias amistades, que estúpidas pueden ser las personas que con dinero y poder se sienten felices, es una felicidad tan vacía como su visión del mundo. Para cualquiera, podría llamarse una vida perfecta, siendo un joven que aún no tocaba los treinta, recién heredada una empresa aseguradora, con suficiente influencia para poder disfrutar de cualquier tipo de viaje a mi disposición, pero no pude sentir la...
ELLAS "2"