Las mañanas estaban llenas de soidos, algunos relajantes y otros demasiado escandalosos. Gente trabajando con carpintería; cafeterías preparando su bebida estrella entre otras variaciones como: té, chocolate, zumos, etc... Aquella era una gran mañana sin duda, llena de vida o eso pensaba dicha Minami la cual estaba nadando en un mar de pensamientos mirando fíjamente a través de la ventana, pero a la vez a la nada, hasta que una castaña chasqueó sus dedos llamando...
Rescata a nuestro espía